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sábado, 8 de abril de 2017

El caballo en la Semana Santa


Manifestación de la Semana Santa en Lorca (Murcia)
  El caballo no ha tenido un lugar preeminente entre los judíos ni en la Biblia. Es en el Barroco, ya con el Cristianismo, cuando algunos pintores situaron a este animal en un plano secundario en obras que trataban la crucifixión de Cristo, sirviendo de elemento de poder para elevar a los centuriones del Imperio Romano causantes del deicidio. A partir de aquí, el caballo, como elemento consagrado en el Barroco, comienza a estar presente en la Semana Santa, principalmente como elemento decorativo, accesorio o alegórico y, en raras ocasiones, como vehículo de mensajes profundos emanados del Antiguo y Nuevo Testamentos.
            A principios de la centuria decimonónica se comienzan a realzar los desfiles procesionales el Viernes Santo, en la que en España se denominó como "procesión oficial", la del Santo Entierro y/o Soledad. Solían ser batidores del Ejército o policías municipales montados, ambos en trajes de gala, incluso miembros de escuadrones de la Guardia Civil, los que formaban parte del cortejo fúnebre de esta manifestación religiosa para darle mayor solemnidad. Esto sucedió en numerosas ciudades españolas. Pero casi un siglo antes, la alegoría del poder terreno, representada por los romanos que acompañaban a los pasos, se enriquecieron con escoltas de caballería; imaginación plena barroca para engrandecer el gran teatro de catequesis católica que es la Semana Santa, más que testimonio histórico, pues la caballería romana jugó un papel secundario en el ejército imperial ante el poderío de las legiones de la ciudad de las siete colinas. En Castro del Río (Córdoba) aún pervive esta escolta de caballería el Viernes Santo. Se trata de una escolta de lanceros a caballo que tiene sus orígenes en la época dorada y de esplendor del Barroco.
            En la Semana Santa de Lorca (Murcia) el caballo, en cambio, es vehículo principal para mostrar pasajes bíblicos. En Lorca, desde principios del siglo XX, el caballo sirve de apoyo para resaltar pasajes del Antiguo Testamento y hechos acaecidos durante el Imperio Romano. Son cientos de caballos murcianos y de algunos puntos de España los que se citan en una de las avenidas principales de esta importante población de Murcia. Además, el Viernes Santo, desfila la Caballería del Triunfo, una alegoría en la que emperadores defensores de la Fe Cristiana montan espléndidos caballos. Estos personajes lucen unos magníficos mantos bordados y esta caballería, perteneciente al Paso Azul, es la anunciadora del triunfo del Cristianismo. En Lorca el caballo es un elemento fundamental para realzar a personajes principales, elevarlos a dignidades superiores y mostrar, montados a caballos, una victoria, la del Cristianismo, que precisamente forjó Europa a través de los siglos; una Europa que vio nacer la cultura caballeresca más importante que ha existido.
            En Lorca, el caballo comienza a tener peso en cuestiones de fe, dejando de ser en parte el olvidado del judaísmo y sirviendo como premonición del  protagonismo que alcanzó en la caída y posterior iluminación de san Pablo.
            El caballo en Semana Santa como elemento decorativo; como parte fundamental en la representación del triunfo del Cristianismo y como pieza profética de la victoria de la fe, años después de la Muerte y Resurrección de Cristo.

Fuente: Bolg Caballo e Historia

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